¿Qué pasa cuando gestiono mis emociones?

General actualizado el 4 d octubre d 2010

Pues ya lo decía D. Santiago Ramón y Cajal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.

Voy a seguir con el hilo de la semana anterior, en este caso, desde la otra vertiente. Desde la vertiente de la proactividad y del entusiasmo.

Esta mañana he leído una entrevista súper interesante que le hacen al Dr. Mario Alonso Puig, quien trabaja con psiconeuroinmunobiología… Toma ya!!

Y qué es esto de la psiconeuroinmunobiología, se preguntarán…

Parece ser que se trata de la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano.

Y es que la ciencia, hoy por hoy, ya nos indica que la confianza en nosotros mismos, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro, porque la zona prefrontal del cerebro, el lugar donde sucede el pensamiento más avanzado, donde se inventa el futuro y donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, nuestro cerebro emocional. Y lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando. Hemos, por tanto, de entrenar esa mente.

Ciertamente, me he encontrado en mi vida con personas que no sólo han sobrevivido a situaciones muy delicadas física o emocionalmente, a terribles problemas económicos o que han sido testigos de dramáticos accidentes y muertes cercanas, sino que han sabido aprender de esas circunstancias y convertirse en mejores personas, apartando de su lado el victimismo. Personas desestructuradas familiarmente y sin ninguna posibilidad de acceso al conocimiento que, con su esfuerzo y perseverancia, han conseguido su carrera universitaria y un lugar respetado en el mundo profesional o personas que han estado cercanas a la muerte y han vuelto con otros intereses y creencias diferentes a con los que habían partido.

Y cuando te abren su alma y, a través de la palabra, se despojan de esas emociones y te integran dentro de su intimidad, siempre acabo descubriendo que lo que hay detrás de esas superaciones espectaculares es perseverancia, humildad y amor que les aportan una terrible fortaleza emocional.

Todo depende del cristal con que se mire

Ya se comentó en una entrada anterior de este blog sobre el libro de Lipton, ‘La biología de la creencia’, que desde nuestros pensamientos podemos llegar a cambiar nuestra estructura biológica. Y la ciencia no para de decírnoslo una y otra vez.

¿Por qué no le hacemos caso?

Quizá no le hacemos demasiado caso porque, como indica Alonso Puig en su entrevista, hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios. Y a esos… como que no les hacemos mucho caso habitualmente, pensamos que viven en otra realidad. Y es posible que así sea…

De igual manera que es curioso que el hombre más feliz del mundo sea un lama de origen francés, que tenía todo el éxito y dinero del mundo y lo abandonó todo para irse al Tíbet y ser feliz.

Es muy, muy curioso que andemos siempre buscando nuestra fuerza y nuestra felicidad fuera de nosotros -quizá nos han educado a ello-, cuando el verdadero poder y la verdadera felicidad emanan de nuestro interior.

Se ha demostrado en varios estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo, deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente que todos hemos sentido alguna vez en nuestra vida, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la estructura hormonal, ya que tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje, localizadas en el hipocampo. Y también afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas. Dicho así, ¿quién quiere un poquito de distrés? Sin conocer esta información, ¿cuántos de ustedes están poseídos por el distrés?

La cuestión es que cuando nuestro cerebro nos da un significado, nosotros lo vivimos como si fuera la certeza más absoluta. Y en realidad no es más que una interpretación que hacemos de la realidad. Y desde esta realidad subjetiva, buscamos cualquier justificación para nuestro momento de mal humor o de ira. ¿Y si nos paramos y le buscamos otra interpretación? Seguramente encontraríamos infinidad de muchas mejores interpretaciones.

Se ha contrastado, mediante tomografías por emisión de positrones, en tratamientos con enfermedades mentales, que la palabra es una excelente herramienta para el paciente, ya que aquellos que se han dirigido palabras más positivas, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente en los circuitos que les generaban esas enfermedades.

Otro excelente recurso es la respiración abdominal, ya que favorece la secreción de serotonina y endorfinas, mejora la sintonía de los ritmos cerebrales entre los dos hemisferios y nos serena.

¿Qué nos impide cambiar?

El miedo a tener que abandonar nuestra zona de confort. Y para crecer hay que salir de esa zona, hay que permitir al cerebro asumir retos y conseguirlos y nuestro cerebro nos devolverá salud y bienestar.

El yoga, actividad que trabaja mucho la respiración; salir a andar o a correr, que es vasodilatador; el Coaching, que nos libera de creencias limitantes y nos saca de nuestra zona de confort; la cena con los amigos, con tertulia incluida, en la que reímos a carcajadas y nos contamos cosas positivas… Tenemos un montón de herramientas a nuestro alcance, gratuitas y de las que no hacemos uso.

Y sin embargo, las personas que las utilizaron, consiguieron sus metas siendo felices…

Una vez más te pregunto, ¿qué eliges hacer?

Quiero dar las gracias a todos los comentarios tan bonitos recibidos por email. Espero que esta vez os animéis a publicarlos para todos. Y para el que no quiera animarse, mi email sigue totalmente disponible.

Os deseo una bonita semana!!

Carolina Hernández
CHG Formacion

Máster Internacional en Coaching.
Programa completo del Máster Internacional en Coaching.

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2 respuestas to “¿Qué pasa cuando gestiono mis emociones?”

  1. YOLANDA dice:

    hice un curso- Taller del Secreto y Otro Coaching Emocional…
    y La verdad que fueron efectivos mientras duraron.
    Luego uno vuelve a la rutina…y claro! uno se pierde de nuevo aunque eres mas cosciente de el poder de atraccion.No, esta de mas, que de vez en cuando, a uno le recuerden
    que existe.
    Hay personas que cuando le he hablado de estos Talleres me han dicho que es para personas debiles?????’

    ¿ que pensais???

  2. CHG Formación dice:

    Hola Yolanda,
    Gracias por tu comentario. Apuntas a algo muy interesante… “Luego uno vuelve a la rutina…”
    ¿Cómo es una rutina? ¿Y si construyéramos nuestra rutina cimentando esas palabras positivas, esas actitudes proactivas?
    Los hábitos se construyen en nuestros circuitos cerebrales después de repetir una acción un número de veces determinada. Si asistimos a un taller y luego no lo ponemos en práctica, es lógico que no cambiemos nuestras rutinas. Ahora, si lo repetimos el número suficiente de veces… sí conserguiremos cambiar nuestros hábitos y nuestras rutinas. Te animo a que lo pruebes…
    Respecto a tu última pregunta, yo le lanzaría otra a esas personas: ¿Qué es para ti una persona débil? Lo más probable es que no te sepa contestar, ya que los seres humanos podemos ser débiles en algunas circunstancias y terriblemente fuertes en otras… Por tanto, esa etiqueta, por aquí no la compramos…
    La cuestión es: ¿a ti te sirve? Pues entonces es válido. Es una lástima que, en ocasiones, perdamos oportunidades porque alguien pone etiquetas a determinadas cosas.
    Gracias por tu participación.
    Un cordial saludo,
    Carolina Hernández

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