Érase una vez un sistema…

General actualizado el 19 d abril d 2012

Acabamos de completar el Curso Internacional Intensivo en Constelaciones Organizacionales y Coaching Sistémico, en Alicante, conducidos por el saber hacer de Cecilio Regojo conduciendo la formación.

Respecto al grupo de alumnos, sólo puedo darles las gracias puesto que han sido días de compartir, de aprender y de crecer y las aportaciones de cada uno de ellos nos han enriquecido profundamente a los demás.

El respeto y la humildad han sido dos términos que han brillado en este curso, tanto por parte de Cecilio, como por parte de los alumnos.

El respeto es uno de los aspectos más importantes para trabajar con las organizaciones desde la perspectiva sistémica.

Quizá el término Constelaciones Organizacionales no encaje con alguien que lea este post. Sin embargo, si yo pregunto ¿en cuántas ocasiones miran hacia su organización como una interrelación de sistemas?

Muchos contestarían que nunca lo han hecho. Y, sin embargo, parece muy lógico el pensar que la organización es un sistema en el que se relacionan un montón de sistemas entre sí.

Cuando esos sistemas son respetados, la organización fluye, crece y se desarrolla. Y ese desarrollo contribuye a una rentabilidad, no sólo económica, sino también a nivel humano.

Cuando un sistema cualquiera se desequilibra, de manera natural este busca su equilibrio. Por tanto, no es de extrañar que cuando un sistema humano se desequilibra, este quiera buscar su equilibrio. Si se desequilibra con el factor respeto en el punto central, el sistema se reequilibrará rápidamente. Si en ese desequilibrio han existido faltas de respeto, el sistema difícilmente se equilibrará.

Perspectiva Sistémica

¿Cómo se puede modificar un sistema?

En muchas ocasiones observamos en las organizaciones que las cosas no funcionan, bien a nivel global, bien en el nivel de un equipo. Estos sistemas están desequilibrados.

Un sistema se puede modificar, sí, pero de una manera concreta. Tan sólo podré modificar mi relación con el sistema. Y al modificar mi relación con el sistema, todo él se verá afectado y obligado a cambiar.

En ningún caso puedo pretender que cambie algo externo a mí. Cualquier cambio que se produzca en el sistema será porque yo cambio mi relación con ese sistema.

Hemos podido comprobar durante estos días que desde ese cambio personal hacia el sistema, todo él se mueve inevitablemente hacia otra dirección.

¿Qué importancia tiene el pensamiento sistémico para las organizaciones?

El trabajo con modelos sistémicos, aporta a la persona de la organización que quiera trabajar con ello una información adicional que antes no poseía. Ofrece también otra perspectiva de la situación que llevamos diseñada según nuestro mapa mental.

Por otro lado, al entender las relaciones desde el sistema al que pertenecen, permite sentir aspectos conflictivos de manera diferente y provoca una mayor comprensión y respeto hacia los demás. Estas cuestiones, únicamente pueden favorecer a la organización.

¿Cómo trabajar desde la perspectiva sistémica?

Hay consultores dentro de los campos de la Consultoría Estratégica y los Recursos Humanos formados adecuadamente para trabajar en este ámbito. En este sentido se puede trabajar con consultores externos.

También se puede formar a personal interno para trabajarlo desde dentro.

Cualquiera de las formas pueden facilitar el equilibrio del sistema de la organización.

¿Qué opinan los alumnos de este curso?

Para mí, fue muy agradable escuchar las sensaciones finales con las que se iba cada uno.

A mí me ha servido para recordar y para profundizar.

Aquí les dejamos la puerta abierta para que nos cuenten sus impresiones sobre el curso que acaban de realizar.

Desde aquí, les vuelvo a dar a todos las GRACIAS por estos días de aprendizaje conjunto y de compartir maravillosas experiencias.

Carolina Hernández
CHG Formación

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1 respuesta to “Érase una vez un sistema…”

  1. Inés dice:

    Hola Carolina, muy buen post, gracias por expresarlo de tan buena manera. Para mi también ha sido una experiencia muy enriquecedora a nivel personal y profesional. Compartir este curso intensivo, en ese entorno cerca del mar y con un grupo tan diverso como encantador, ha sido una experiencia maravillosa que me ha aportado mucho más de lo que esperaba. Espero verte en Madrid el año que viene ;)
    ¡Un abrazo!

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