El Coaching es útil cuando se adquiere una responsabilidad y un compromiso, cuando se toma conciencia de que nosotros tenemos la capacidad de formar parte activa en la elección de nuestro destino, cuando dejamos de ser víctimas y nos convertimos en protagonistas.

Mucho se habla sobre Coaching últimamente. Parece estar de moda, aunque las definiciones son variadas y no todas están cerca de su esencia.

El Coaching es el arte de leer el alma del cliente para ser su linterna y mostrarle todo lo que sabe, pero que no sabe que sabe. Es un proceso de aprendizaje, donde el Coach acompaña al cliente para que descubra las soluciones que están dentro de él y que serán las más válidas para él. El Coaching no es intrusivo, no aconseja, sólo acompaña. El cliente aprende a mejorarse a sí mismo. Esta es la verdadera esencia, la verdadera magia del Coaching.

Fotografía de Juanfran Berbejal

El Coaching no entiende de prejuicios, de estereotipos o de limitaciones. Cree en el potencial del ser humano y lo desarrolla. Integra herramientas, valores, emociones. Pone sobre el tapete las creencias que nos limitan y las que nos potencian.

Nos hace más humanos y humaniza las organizaciones.

A nivel particular, fomenta la auto-creencia y pone en su lugar a la autoestima.

A nivel organizacional, desarrolla estructuras más estables y más felices, con una comunicación fluida y con un clima laboral envidiable. Y a mejor clima laboral, mayor productividad.

En una época tan convulsionada por la crisis nos ofrece la posibilidad de ver que podemos mejorar las cosas, si nos mejoramos a nosotros mismos. Nos da soluciones para deshacernos de los paradigmas materialistas actuales y construir un mundo mejor para todos.

Es una filosofía de vida que integra todo aquello que nos desarrolla como seres humanos.

Llegará un momento, y no muy lejano, en el que todas las empresas tengan integrado el Coaching como parte del proceso de desarrollo de sus colaboradores. Y es que la primera encuesta realizada sobre clientes de Coaching revela alto ROI (retorno de la inversión) y gran satisfacción tras la realización de un proceso.

De hecho, los clientes que han realizado un proceso de Coaching comentan en sus encuestas que, al menos una vez en la vida, todo el mundo debería realizar un proceso de Coaching por lo que en el transcurso de él se aprende, se evoluciona y se sientan las bases para solucionar cuestiones con los medios propios de cada cual.

A la hora de realizar un proceso de Coaching, es importante realizarlo con un Coach certificado, ya que la certificación garantiza una profesionalidad en el ejercicio del Coaching como profesión.

Y es que una certificación se consigue tras la realización de un Máster  que obliga a una serie de horas muy concretas de formación teórica y práctica para garantizar el buen hacer de un profesional en el área del Coaching.

Carolina Hernández
CHG Formación