4ª Jornada Máster Coaching

General actualizado el 16 d diciembre d 2009

Hola a todos,

Al comenzar este Máster, en algunas conversaciones con Ángel Luis, comentábamos acerca de los efectos que este Máster provoca en los alumnos. Creo que todos, poco a poco, los vamos sintiendo en nosotros mismos, unos días unos y otros días otros.

Con Ángel hablábamos acerca de la lectura, la formación adquirida y la experiencia acumulada y él me indicaba que el Máster, en mi caso, me iba a servir, entre otras cosas, para integrar todo el conocimiento adquirido en el tiempo. En aquel momento dejé aparcado este comentario y ahora, he de reconocer que ‘eso’ está comenzando a ocurrir.

Una de las cosas sobre las que he estado reflexionando últimamente es acerca de los mapas mentales y los modelos de referencia.

Muchas veces, a lo largo de mi vida, he pretendido que todas las personas que tenía a mi alrededor adptaran mis mapas, ya que estaba totalmente convencida de que iban a ser personas más felices. Si a mí me funcionaba, ¿por qué no les van a funcionar a ellos?, pensaba. No era capaz de entender que cada persona tiene sus procesos y sus mapas y que aquello que es totalmente válido para mí, no sirve para nada en otros modelos de referencia. Lo respetaba, pero en mi fuero interno no lo aceptaba.

Ayer, a la hora de comer, me hizo mucha gracia que uno de nosotros le comentara a David exactamente lo mismo.

Aunque había leído mucho sobre el tema con anterioridad, es a través de las prácticas que hacemos en las clases donde, realmente y tal y como me comentaba Ángel, estoy integrando todo ese conocimiento.

Es ahora cuando estoy tomando consciencia de cómo, cada uno de mis compañeros, a los que respeto y admiro, tienen sus propios mapas mentales y sus modelos de referencia y estos son tan válidos y tan útiles como los míos. Me resulta espectacular descubrir cómo, desde la práctica del Coaching, es posible acceder al alma de las personas de una manera espontánea y, desde ahí, poder comprenderles.

Y me doy cuenta de que lo más enriquecedor no es tener apóstoles de mis propios modelos de referencia, sino el hecho de que cada uno seamos únicos e irrepetibles por que esto nos hace, indudablemente, mucho más interesantes.

Una vez más, agradezco a nuestros profesores, Ángel Luis, Carmen y especialmente a David en esta 4ª Jornada del Máster, la dedicación y el cariño que nos están regalando.

Y gracias a todos los compañeros del Máster por lo enriquecedor que está siendo aprender con vosotros.

Carolina Hernández.

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1 respuesta to “4ª Jornada Máster Coaching”

  1. Ana Oliver dice:

    Hola a todos y todas,

    Qué buena tu reflexión Carolina, de hecho tiene bastate que ver con algo que leí ayer por la tarde. Como ya sabéis llevo semanas leyendo el libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, y ya estoy en las últimas páginas del mismo. El 6º hábito es la sinergia (principios de cooperación creativa), y justo al final de capitulo Covey escribe:

    ” Podemos valorar las diferencias en otras personas. Cualdo alguien disienta de nosotros, diremos: “¡Bien! Usted lo ve de otro modo”. No es obligatorio que estemos de acuerdo con él; simplemente podemos afirmarlo. Y podemos procurar comprender.
    Enfrentados a dos alternativas -la nuestra y la “errónea”- podemos buscar una tercera alternativa; si la buscamos con una filosofía de ganar/ganar y realmente procuramos comprender, por lo general hallamos una solución mejor para todos los interesados”

    Asimismo el 5º hábito se llama “Procure primero comprender y luego ser comprendido” y yo pregunto:
    - ¿cuantas veces hemos pedido al otro que nos escuche e intente comprender antes de que nos dé un consejo, que además posiblemente no estemos pidiendo?.
    - y… ¿cuantas veces hemos contestado, dando una solución/consejo a algun ser querido sin habernos tomado el tiempo suficiente para comprender realmente qué es lo que le está pasando y cómo se está sintiendo?.
    -¿cuantas veces le hemos dicho a nuestros padres y/o pareja “es que no me entiendes”?
    - y ¿cuantas veces le hemos dicho a nuestros seres queridos “haz esto así que te irá mejor”?

    Muchas veces en nuestro afán de ayudar a nuestros seres queridos (familiares, amigos, compañeros de trabajo) y de desear su felicidad damos consejos, pero consejos desde nuestro criterio, desde nuestra experiencia, desde nuestro modo de ver las cosas, desde nuestras creencias y valores, y si no hacen caso de nuestro consejo y las cosas no se solucionan siempre pensamos, y muchas decimos “si ya te lo dije”. Y si por uno de esos casuales sí que ponen en práctica nuestro consejo y tampoco les va bien pensamos, “algo habrá hecho mal al hacerlo”. ¡Qué egocentricos que somos! y que equivocados estamos.

    En estos últimos dos meses he vivido una experiencia de este tipo. Cuando comencé a hacer pública mi decisión de dejar mi trabajo acutal para formarme y trabajar como coach puede ver, escuchar y sentir opiniones y reacciones de todo tipo:

    Hubo personas que simplemente ante la frase “voy a cogerme un excedencia” sin dar tiempo a más explicaciones me respodieron con sus mejores intenciones:
    - ¿estas quemada verdad?
    - ¿vas a dedicarte a cuidar más a tus hijos verdad? que suerte yo no puedo estar con ellos todo lo que quiero.
    - es que este trabajo es agotador y es que todo no se puede, trabajo, niños, la casa
    - ¿es que te ha pasado algo con los jefes?
    - bueno, te lo habrás pensado bien, pero yo ya lo hice y no me fué nada bien, menos mal que es una excedencia y siempre puedes volver
    - ¡Es que así vamos a acabar todos, hasta las narices y marchándonos!.

    Qué gracia, ninguna de las cosas era cierta al 100% ni siquiera al 25%, porque esos no eran mis motivos, eran los de cada uno de ellos, y aunque intenté explicarles cuales eran mis inquietudes y a qué era a lo que me quería dedicar no llegaron a entenderlo, porque lo estaban viendo desde su punto de vista y no se preocuparon primero en comprenderme.

    Sólo unos pocos, muy pocos fueron capaces de dejarme hablar antes de dar su opinión, y casualmente fueron estas las personas que mejor me entendieron y no me dieron ningún consejo simplemente me felicitaron por la decisión, por la valentía, se alegraron de verme con las ideas tan claras y tan feliz y me desearon toda la suerte del mundo y todo su apoyo. Porque fueron capaces de comprender que lo quería era “Crecer y hacer crecer”, y como me conocen bien saben que es lo que más me gusta.

    Y es que no existen verdades abosultas, ni fórmulas magistrales para solucionar nuestros bloqueos y/o problemas, de hecho si existieran, entre otras cosas no estaríamos formándonos para ser coach, ya que bastaría con escribir un libro con todas las recetas y ya estarían solucionados todos los males.

    Pero no se trata de recetas sino de primero comprender y luego ser comprendidos.

    Un abrazo

    Ana Oliver

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